Arto de decir que la vida es bella, un día el fiel poeta se negó y pensó en la realidad; dos palabras no pueden cualificar algo que necesitas todos los días y que más bien es un engaño...para que la necesitas? Si te cansas de afirmar que no la quieres vivir. Tirado al final del pasillo crees que el yanto de tu voz se escucha menos, pero resulta que allí el eco hace que el sonido sea mayor. Su voz retumba en mis oídos y en todos de los que necesitamos que nuestros ojos vean en blanco, para que en la vida no exista el gris y mucho menos el negro. Por eso pasamos la vida aquí, donde lo único negro que se ve es la propia sombra y aun así te da angustia verla porque es señal de vida; o más bien señal de que hay otro cuerpo inerte, en el cual la mente no juega un papel demasiado importante, pues funciona mal o muy de vez en cuando. Tampoco la necesitas para mucho, pues aquí hay más bien poco que aprender, o diría que nada, solo piensas y ves en blanco. Se puede decir que te da paz, tranquilida, pero siempre está la sombra que te hace pensar y poner a funcionar el atrofiado cerebro y piensas...que piensas? Que la vida no tiene colores, no es blanca ni negra, ni siquiera gris y si acaso tuviera color sería del color del tiempo.
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