No es lo deseado, pero sí lo permitido.

Son sueños de noche de Luna, pensamientos que caen como gotas de lluvia en un día apenas nublado. Es lo que él y ella quieren, pero no lo que deben. Puede ser lo que desean, pero no lo que debe suceder. Así entre dos aguas caminan todos los días. Entre lo que puede y no es, entre lo correcto y lo incorrecto. Desean haber nacido en años diferentes, desean cambiar su vida.
El subcosciente funciona más de prisa que sus actos y no les deja cometer errores, esos que marcan un antes y un después. En el silencio de la noche recorre su cara con ligereza y suavidad. Como si fuera la última vez que la viera, la última vez que pudiera estar con ella. Mantiene esa caricia pausadamente y con tacto, esperando que llegara lo deseado. Pero la cabeza actuó antes de que sus labios se deslizasen sobre los de ella. Y ese deseo se queda en una simple caricia, no es lo deseado pero sí lo permitido.

Silencio tras silencio.

Echo de menos esa sonrisa que empezaba una conversación, y la que la terminaba. Esa voz que no sale de mi cabeza, esos besos que quedaban por dar, abrazos que quedaban por sentir, ese calor que quedaba por trasmitir, la ilusión. Esa ultima nota de la canción que nunca pudo ser dada, todo lo que aora son recuerdos. Todo aquello que nunca se puede olvidar, Lo que en mi mente está gravado. Un millón de palabras, no son suficientes para describir lo que fue y Lo que será, pues con palabras no se puede describir los sentimientos. Y ahora mi mente busca silencio, tras silencio para poder pensarte

Se fue.

En un tren hacia el nunca jamás se fue el gran amor, ese que enseña a besar en labios ajenos, al ritmo de una canción. Se fue pero él dice que la primera en olvidar fui yo, ¿quien es quien de no poder olvidar lo que nunca sucedió? Culpable e sido de mil noches en vela, de un desafió sin terminar. De una promesa jamás cumplida, de un beso practicado pero nunca dado. De estar contigo, sin ni siquiera tenerte. De haber deseado lo que nunca sucedió. Corazón vacio se lleva, mentiras que nadie se creerá, partida final que nunca se jugó, deseos que nunca cumplió. Se fue y dejo atrás su esencia, su inocencia, sus sueños y el poco amor que le quedaba. No la engañes más, que nunca deseaste ser engañado. Pues quien juega a ese juego, con quien no debe ser jugado; reniega de haberlo deseado.

A ti.

A ti que tantas veces che escribo, pois a túa e unha historia que non rematara. Ao menos ata que o meu corazón deixe de latexar. A miña mente vai e ven a cada intre, e pensa en que bonita seria a vida se os desexos se cumprisen. Por iso hoxe e bo día para falar, pero non para rematar. As paredes deste cuarto escoitaron nos falar, rir, chorar... e agora leen os meus pensamentos. Están impregnadas de vós recordos, e nunca se esqueceran de días como este. Pois cada recuncho ten algo de ti. Por iso, mentres ollo pola fiestra os paxaros voar, parece que escoito un "felicidades miña nena"; de esa voz que a miña cabeza xamais esquecera.