Son sueños de noche de Luna, pensamientos que caen como gotas de lluvia en un día apenas nublado. Es lo que él y ella quieren, pero no lo que deben. Puede ser lo que desean, pero no lo que debe suceder. Así entre dos aguas caminan todos los días. Entre lo que puede y no es, entre lo correcto y lo incorrecto. Desean haber nacido en años diferentes, desean cambiar su vida.
El subcosciente funciona más de prisa que sus actos y no les deja cometer errores, esos que marcan un antes y un después. En el silencio de la noche recorre su cara con ligereza y suavidad. Como si fuera la última vez que la viera, la última vez que pudiera estar con ella. Mantiene esa caricia pausadamente y con tacto, esperando que llegara lo deseado. Pero la cabeza actuó antes de que sus labios se deslizasen sobre los de ella. Y ese deseo se queda en una simple caricia, no es lo deseado pero sí lo permitido.
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